Y si.
A veces uno viene en bajada, y los palitos que la gente emana con intenciones sin ganancias, se meten en la rueda de la vida, y ¡toc, toc, toc!, se empieza a trabar de a poco.
Una suerte de rayuela amenaza los pasos del reloj, y granizan truenos silenciosos por las noches, penetrando el corazon mas abiotico del mundo.
Cenizas, siempre quedan. Sabido esta que el fuego cuando no es amigo del viento, es enemigo. Y al reves, y viceversa del reves tambien. Solo la lluvia del olvido es la que termina secando esas brasas que calientan todavia, las noches de soledad y melancolia boba.
El fantasmita loco de la sinceridad, te visita casi todas las noches, y despues de la terapia, te das cuenta, que a veces, lo mejor es estar solo, y conocerse a si mismo.

Ella.

Como tocar una guitarra con 3 cuerdas, como cantar canciones sin música, hoy amo lo que no tiene amor. Ni lo siente, ni lo conoce, ni sabe definirlo.
Alas pintadas a mano, merodean los cielos infinitos en busca de ese ser idealizado. Ese ente sin rostro ni forma, hoy baila su murga diaria en opacos barrios de mermelada, y cicatriza cuestiones del pasado con amalgamas de terlgopor.
De chapa y pintura, sabe regatear los precios, pero el motor esta fundido.
¿Y qué decir, de los arco iris sin colores? Tristes yacen en el reflejo de los ojos mas hundidos en esta luz, quienes busca tanto fuera como dentro, la verdad del mundo que la vio nacer, y que la ve llorar cada día.

Paranoia A

¡Vodka de Chernobyl!, gritaba el pelado en cada ritual poguero.
Dicha frase, hace hincapié en la tragedia del 25 de abril de 1986 de dicha ciudad Ucraniana, donde el Gobierno dijo que a través de excesivas ingestas de Vodka, el virus nacido de la radioactividad de la explosión moriría, dejando así a cualquier persona nuevamente sana.
Algo similar ocurre hoy con la abundante demanda del alcohol en gel en nuestro país.
La verdad: Si, el alcohol en gel mata al germen.
La paradoja : El alcohol esta vez no es tomable, y sin embargo la gente no necesita estar en pedo para hacerse fanático de una paranoia nueva. Quizás un poquito de Vodka, afloje los tornillos...