viernes, 25 de enero de 2008

Soñe que nos invitabamos a hacer el amor.
Que hariamos locuras que ambos entenderiamos,
para poder en un futuro distante,
recordar cuando reiamos.

Me escape de mi cuerpo, y me fui a volar.
Te fui a buscar por siempre en mi mundo,
acechando el amor perdido y fugaz,
que en mi alguna vez estuvieron profundos.

Gracias.

viernes, 18 de enero de 2008

Somos yo.

Mientras miraba el sarcoma que carcome la entraña de tu alma, sonreia el sol por la ventana.
El vidrio mas palido que nunca, era algo medianamente halagador para mi sueño.
Y en un retazo de tiempo ajeno a la muerte, recorde algo que no se quien dijo, ni que quiso decir; pero que sirvio para aislarme de mis piquetes amorosos.
Luego mire ese pedazo de reflejo, que se escondia entre la puerta y su marco. Me miraba, y decidi hablarme. ¡Si!, ¡otra vez volvi a charlar conmigo!
Mi yo me hablaba sin aspereza. Me contaba chistes, se reia conmigo. ¡Eramos uno!
Pasamos un rato solos, un largo rato.
Deseamos no volver a pelearnos, y que la vida y la muerte nos lleven siempre juntos.
Entoces el era yo, y yo era el.
Y somos yo.

martes, 15 de enero de 2008

La moda del sin moda.

Noches con soles atornillándome,
el rugido interior devastándome,
(se cree el muy solo, en su estantería)
pero van cayendo de uno por vez.

Un conjuro de espías que revuelven tu pancita,
te hacen cosquillas, sacan la lagrimas,
salpican de odio tu culito marchito,
y esa sonrisa intangible, tan amargada.

Pero una sobra de radares re tecnos,
con antenitas, sofisticadas,
te hacen creer que sos libre,
pero el ratón sigue en tu palma.

Estas en la era del guay-fay,
quizás no tengas, lo que necesitas,
pero te sobran unos lugares,
para llenarte de "amistad".

Vas con la billetera cargada...
(Quizás no le hallas sacado el precio, a esa remera
y no te duele saber, que vas a perder.
(pero te cabe saber, que sepan, cuanto te pudo valer...)

Y esa musiquita, no para de jodeeeeeeer.

Si si, no, no mas
estalla el sol....
veo que llega el fin,
una vez mas...
quiero abrazarte,
y se acaba todo...
te quiero tocar...
en la eternidad.


viernes, 11 de enero de 2008

El hombre de polvo.

-¡Pero que hermosa noche, me trajo esta noche!, me afirme casi con certeza.

Posaba sobre aquella desteñida terraza de mi hogar, mientras miraba cada estrella. Parecían focos encendidos, algunos mas pequeños, otros mas distinguibles; otros que parpadeaban al unísono con mis pensamientos, formando una hermosa armonía.

Lo curioso fue, que en aquella noche, un gato apareció por la espalda. Un felino totalmente blanco, caminaba con convicción, en el sentido contrario de las agujas del reloj. Yo, sentado en el medio del círculo que este gato creaba con su recorrido, lo mire prevenido. Dicho animal, común y corriente, resalto mi noche de estrellas linternas.

Pensaba en que ese gato quizás me conocía. Quizás ese gato era simplemente lo que es…un gato.

Pero, no se en que momento, el gato se hizo polvo… ¡Se lo llevo el viento!

Rápidamente, seguí el rastro de ese polvo, que inmediatamente quedo imperceptible desde el punto donde aquel felino estaba parado.

Quede shockeado. No logre entender lo que sucedia. En ese instante, el polvo reapareció. Fue una unión mágica, y volvió a verse el polvo del felino.

Mientras seguía interrogándome si acaso poseía yo algún estado de alucinación, el polvo, como un rebelde remolino, se empezó a expandir. Pego estirones tan rápidamente, que cuando me di cuenta, mi campo de visión, era todo polvo, y me imposibilitaba ver bien.

El polvo, después de remolinarse un largo rato, comenzó a generar una forma fantasmal, casi humana diría. Yo estaba aturdido en mi interior: no comprendía nada realmente. Primero fue un gato, que luego se hizo polvo, para luego desaparecer y aparecer, formando la forma de un cuerpo humano.

El “cuerpo”, me miro con sus ojos arenosos. Sentia su mirar en mi cuerpo. Luego, misteriosamente, me hablo. Me contó quien era. Me dijo que venia de un lugar que el solo conocía, a cambiar mi vida. Yo lo escuchaba, pero mi concentración estaba en otra cosa: en la nada. No entendí por que un “hombre hecho de polvo” me había venido a hablar.

Respire profundo, y decidí darle rumbo a la “conversación” con dicha persona.

Me dijo nuevamente, quien era. Se llamo a si mismo, Marsis, y comento que venia de un lugar imposible de imaginar para un ser humano, al que denomino como “inferior”.

Dio a entender, que su realidad, no sea quizás más compleja que la nuestra; simplemente, es distinta, y sin estar en ella, es imposible avanzar sobre la comprensión de dicha realidad.

Me dijo que me había venido a hablar. Espere su discurso, el cual supuestamente, me “cambiara la vida”.

Pero de repente, me dijo: “Mi visita concluye aquí”

-¿Pero…?

-Hasta luego.- y se quebró en polvos.

Pasaron horas, y entendí cual había sido el mensaje. Lo había entendido todo. Y me había cambiado la vida.

jueves, 3 de enero de 2008

"...Noches son esas que vos ves la noche, pero el sol te sonrie todavia..."