lunes, 12 de octubre de 2009

Ensaleta rusa

La sortija es arrancada con euforia de desesperación vacía, y la calesita da una vuelta más.
El tambor que oscila entre la delgada línea del bien y el mal, de la vida y la muerte, tiene una probabilidad pequeña, pero probable al fin y al cabo. En ese azar cauteloso, inquietante, hay un dedo de los la totalidad de la mano que es mas protagonista que los demás (igualmente, su sudor es comparable hasta con el del dedo menique)
Y ahí sigue todavía el tambor, siendo la bolilla del tablero del casino mas puto del nunca jamás, jugando al todo o la nada misma.
Ciento un poemas, canciones y sonajeros retumban en las paredes sin techo, que se elevan con suerte escasa hacia un cielo probablemente soleado pero lluvioso.
Entre recamara y recamara, hay más que dos milímetros de vida o muerte. Hay todo un freezer de historias que quedaran en la nada, al igual que los sueños, los proyectos, y las ganas se sentir el pecho vivo de palpitaciones.
Cuentan que en el cielo, la luna es mas amiga, y que hace favores a los jugadores compulsivos de la bondad infinita, y también que seduce con tendencias mafiosas a quienes le toman el pelo.
Ya estamos grandes para canaletas del feedback, y no las queremos más.

jueves, 8 de octubre de 2009

Regando un sueño

Estaba solo reflexione, que cuando queres algo existe eso de que siempre tenía que dar algo a cambio. Y me enoje. Enfurecí hasta que la ira rasgo las paredes de mis venas y grite, dándome cuenta de que nada es gratis, y así también empecé a actuar yo. Si daba muestras de cariño o de amor, esperaba recibirlas de vuelta por el mismo canal. Y otra vez me sorprendí cuando no me pagaron. Y por amor sufrí, llore viendo como otro recibía gratis todo ese amor que yo había dado. Y ya deje de entender el tema de los intercambios.
Entonces quise rebelarme contra todo, y levantar una bandera que apabullara al mundo entero. La gente que entendía el tema del comercio o se metía tanto con el tema de los ideales, no les convenía, ya estaban cómodos. Pero yo los necesitaba, sin ellos me sentía como debe sentirse una ensalada sin aceite ni vinagre, sola y sin ideología.
Siempre me había gustado la música sin prejuicios algunos. Pero esa vez decidí que iba a ser fan de los cuadraditos porque creía que ellos tenían la posta. Pensaba que entendía sus letras y que ellos me identificaban más que nadie, mas me di cuenta más tarde que solo pertenecía a una hinchada.
Desesperado, Salí de vuelta y me cobije bajo un niño eterno, bajo un Peter Pan, bajo un alto ego. Me sentí un incomprendido y me gusto. No quería crecer, yo solo tenía ganas de soñar y volar, de ver estrellitas de cinco puntas por todas partes y coloooores.

Desgraciadamente crecí y ya no me quedaba el traje verde y el gorrito, y además había aumentado tanto de peso que ya no podía levantar vuelo tan solo con un recuerdo feliz, necesitaba siempre mas de cinco y era jodido acordarse de todos al mismo tiempo.

Pienso ahora en el sinsentido de las limitaciones que nos ponemos y en las banderas que cumplen la función de dividirnos en sectores de consumo, y me enojo. Sangro por las mismas heridas que produjo el comercio de amor y dadivas en mí.

Ahora busco en mi, busco en nosotros, busco en todos.
Quiero cambiar las reglas del juego aunque sea por un rato. Quiero crear un mundo dentro de este, quiero regar este sueño. Hoy empiezo, hoy empezamos.
Mañana espero que quieras volver.

-Palabras del no-invitado Morini-

domingo, 4 de octubre de 2009

Preguntas no preguntadas

¿Donde fueron a parar las lagrimas del pasado?
¿Cuando fue que de repente, empezaron a terminar las cosas?
¿Como sera la muerte, despues de la vida, que vendra despues de la muerte?
¿Quien sera quien desparrame mis cenizas por el viento mas puro de las montañas?
¿Porque la noche cada vez es mas blanca, y el dia mas negro?
¿Acaso siempre habra un siempre, un futuro, y una razon por que brindar y porque llorar?
¿Y si todo finalmente termina valiendo la pena?
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