martes, 21 de octubre de 2008

El juego del Rey Momo

Como diria el viejo momo, salpicado de papel festivo, "bienvenidos a la fiesta del olvido del ser mismo".
Una liturgia algo borrosa, llena de colores que se arremolinan en si mismos dando formas de nuevas dimensiones. Con tripas gorditas y jugosas, con somniferos graciosos, vamos hacia lo conocido aun desconocido. Juegan a ser el acelerador de particulas mentales generando algun destello realmente extravagante.
Bienvenidos a la kermesse de la emulacion, mas bien emulacion de la vida, ya que la vida real esta muy lejos del camping ese donde muchos suelen armar su refugio. En la vida real uno antes sentia amores, sentia desarraigos, sentia culpa...hoy siente pulsos, tonos, y señales de modem.
Para colmo, algunos reflectores y linternas son divinos en estos dias, por el solo hecho de ofrecer el McCombo que el Rey Momo distribuye.
Claro, no le demos de comer al imperio de la marca, mas bien habria que darselo al unico todopoderoso Momo. (una letra sola hace magia por aqui)
Y aunque ella baile siempre detras mio, como de todos, es para sentirse vivo no solo por el acto de pensar en que hacer, sino mas bien por ser consciente de lo que somos, mas alla de cualquier error e impureza que tengamos como verdad absoluta hace rato.
El Rey Momo esta bastante en su salsa hace rato, y todos le compran la espuma del amor temporal y viajan a Jupiter en forma de gas para sentirse asi, los reyes del cielo. (Neptuno es mas lejos, ¡ellos quieren mas y mas!). Mas alla de cualquier empresita loca y ganadera, tenemos al Momo por encima de todo.
Con su bello arte de la destruccion, con su insana satisfaccion aunque tentadora, esta cosechando almas en esta nueva religion pagana de frutos algo divinos.

Algunos decian que los monarcas terminaron, pero el Rey Momo esta en pleno auge (esta de moda).
¡Que tonto el ser humano! Odia a los ideales hecho personas, pero abraza la misma idea bajo algun concepto contagioso/mentiroso.

Me parece que seguimos pedaleando hace tiempo bastante fuerte, con la cadena salida.

Muy triste todo, y el Momo, alla arriba muy feliz. ¿Nadie lo ve?

1 comentario:

Pam de Pointe du Lac dijo...

Estamos todos locos




Cariños del otro lado de la cordillera