Un grito en el viento.

Efialtes, el espiritu de las pesadillas pasajeras latentes. Una sombra perversa que encandila el transitar de nuestro cuerpo por una cama llena de sudor y lagrimas.
Un calor agobiante, realmente duro de evadir con la conciencia como para refrescarse con baldazos virtuales.
Asi, vuestro querido espiritu Efialtes, penetra la barrera que separa el mundo real del de los sueños, y nos hace respiracion boca a boca.
Como un trueno inventando, como un colectivo esperado, sabemos que el amo de las pesadillas tocara hoy la puerta de nuestra cabeza, y sera huesped y amo a la vez de otro hermoso viaje por la fealdad.
Daran vueltas en la cama, despertaran y volveran a dormir una y otra vez a lo largo de unas cuantas horas.
Quizas luego de tanta accion en esa noche de espejos rotos y olores horribles, puedan seguir el dia en paz.
Eso si, nunca cierren con candado, porque siempre es de volver.