miércoles, 14 de enero de 2009

Hoy.

Parado en la orilla del mar, en la arena mojada.
El viento, ese feo, me arrastra la arena que se convierte en una lija para la piel.
Un olor nauseabundo, me sumerge en un fastidio enorme.
Y una ola. La mas grande de todas, a punto de hundirme en el siempre de la eternidad.

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