sábado, 24 de noviembre de 2007

Snif, Snif, mi cielo

Como un regalo ansiado,
una lata de ilusiones oxidadas,
desprende rastros mojados,
de llantos pasados en cama.

La ventana gris parpadea,
¿acaso es el ocaso?
No creo tan temprano,
la vida no demuestra tal caso,
solo veo trozos de antaño.

Llueve y llueve como nunca,
como gotas furiosas de sangre,
hervidas en cuerpos de ira,
cuerpos humanos con sombra,
cuerpos dolidos de tantas mordidas.

Feos y endebles paracaidas,
se perforan con el pico de esas aves,
rapaces y de elocuente transitar,
que llenan de mierda todo el lugar,
como de lagrimas aquellos mares.

Un rito sagrado marco la hora,
no veo por aqui cerca la aurora,
solo escucho un "Snif, Snif, mi cielo"
mientras la sigo viendo en mis sueños.

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