jueves, 7 de mayo de 2009

Los sueños blandos del pibe.

Es el tesoro, el perdido en estas horas.

Una jauria de rabiosas ilusiones fue aniquilada esa noche.
El cielo se abrio al medio, y la luna se escondio por no querer ser complice de ello.
Entonces, quedamos los dos ahi, a la deriva mirandonos y susurrando cosas ricas.
Los pasos acelerados quebraban las baldosas del lugar, y hacian correrse del camino a los arboles, quienes tropezaban por dejarnos la via libre en nuestra ruta nocturna.
Impacientes y oportunos (hasta el momento), bailamos la danza del amor que fue casi tan fugaz esa estrella que pasaba de norte a sur en dicho momento.
Magia que caia como una catarata, hizo estremecer de abrazos a la vida misma y a la ajena, y festejamos por ello.
El pecado mas mortal, es el que nos deja vivo con la cola entre las patas, con una mochila que trata de meternos bajo tierra.
Tal vez un sueño es mortal en casos como estos, y solo la muerte nos convence de sonreir.
Sueños hay siempre con un sol asi, y brindo cada noche por su brillo.

Palabras del dealer que ni vende, ni compra, ni nada...

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