jueves, 13 de diciembre de 2007

Fiesta en la selva.

Un sueño perfecto,
embotellado casi hasta la nuca,
una espuma que llama al silencio,
que señala el juicio de la fortuna.
Un termo de ilusiones,
con hielos de colores,
llaman a la fiesta inadvertidos,
como un grupo de amigos unidos.
Sospecho de esas abejas,
que se rien del dolor ajeno,
¡estupidas ellas, todas!
y lo vuelven a hacer de nuevo...
Loca suerte la del destino.
( ¿o acaso, loco destino el de mi suerte? )
llamandome desde aquel vertice,
imperceptible, de escala de grises.
Molecular e intocable,
sonrisas de antaño,
llaman a un futuro posible,
a una fiesta en el pantano.

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